The Forbidden Corner
Atracción | Leyburn | Inglaterra | Reino Unido
The Forbidden Corner en Leyburn, Inglaterra, es una de las atracciones más inusuales y fascinantes de Gran Bretaña, ubicada en el corazón de Yorkshire Dales. Este jardín único, que se extiende sobre cuatro hectáreas, es un laberinto de túneles, cámaras, follies y sorpresas que transporta a visitantes de todas las edades a un mundo lleno de fantasía y aventura. Originalmente creado a finales de la década de 1980 como un proyecto privado de Colin Armstrong, propietario de Tupgill Park Estate, y el arquitecto Malcolm Tempest, el parque abrió sus puertas al público en 1994. Lo que comenzó como una pequeña idea, una torre de observación en medio de un grupo de árboles, rápidamente se convirtió en un lugar de experiencia extraordinario que fue galardonado en 1998 por la Folly Fellowship como la mejor folly europea del siglo XX.
El atractivo de The Forbidden Corner radica en su diseño impredecible y extravagante. Los visitantes ingresan al parque sin una ruta fija y se encuentran en una red de senderos sinuosos que los llevan a diferentes alturas y profundidades. Los puntos destacados incluyen el "Templo del Inframundo", una sala subterránea con una atmósfera mística, y el "Ojo de la Aguja", un estrecho pasaje que requiere valentía. Una gran pirámide de vidrio transparente se eleva sobre el terreno, mientras que estatuas de criaturas fabulosas, caballeros y figuras grotescas acechan en cada esquina. Fuentes de agua salpican inesperadamente, puertas llevan a la nada y habitaciones sorprenden con mecanismos ocultos: todo esto convierte al parque en una aventura interactiva que desafía y entretiene tanto a niños como a adultos por igual.
El paisaje que rodea al jardín está marcado por la belleza natural de Yorkshire Dales, con colinas suaves y exuberante vegetación que contrasta fuertemente con las estructuras extrañas. Dentro del jardín amurallado también hay áreas más tranquilas, como camas de hierbas y el "Templo de los Peces", que ofrecen un breve descanso. El parque está diseñado para ser explorado mejor a pie, con numerosas escaleras, pasillos estrechos y senderos irregulares que requieren cierta agilidad física. Para familias con niños pequeños o personas con movilidad limitada, el acceso a algunas áreas puede ser difícil, pero la mayoría de los visitantes encuentran que vale la pena, ya que cada rincón guarda una nueva sorpresa.
The Forbidden Corner no es solo un lugar de entretenimiento, sino también un testimonio de la creatividad humana. Sin nunca haber solicitado un permiso de construcción, el proyecto creció de forma orgánica, lo que le otorga un cierto aire de rebeldía. Hoy en día, es un destino turístico familiar que se enriquece aún más con eventos estacionales como la búsqueda de huevos de dragón en Pascua, un evento escalofriante de Halloween o visitas a Santa en invierno. Un café en el lugar sirve comidas y bebidas simples, mientras que una tienda ofrece recuerdos temáticos que recuerdan al mundo extravagante del parque. También hay áreas para hacer picnics que permiten a los visitantes disfrutar del día en paz y tranquilidad.
La atmósfera del parque a menudo se describe como una mezcla de Alicia en el País de las Maravillas y un cuento medieval. Algunas áreas pueden ser un poco inquietantes para niños pequeños, como los túneles oscuros o las gargolas que aparecen repentinamente, pero son precisamente estos elementos los que atraen a los niños mayores y adultos. Se anima a los visitantes a explorar por su cuenta, sin rutas predefinidas ni mapas, lo que amplifica la sensación de descubrimiento y aventura. El parque es conocido especialmente por su atención al detalle: cada estatua, cada puerta y cada mecanismo oculto se ha diseñado con humor y fantasía.
The Forbidden Corner se ha convertido en una parte integral de Yorkshire Dales y atrae a numerosos visitantes cada año que buscan una experiencia fuera de lo común. A pesar de su éxito, ha mantenido su carácter original como un proyecto personal, lo que le otorga una autenticidad y naturalidad. Ya sea desafiando el laberinto, disfrutando de las vistas desde las torres o simplemente admirando el mundo surrealista, este lugar ofrece una experiencia que perdura en la memoria. Es un lugar que estimula la imaginación y demuestra que incluso en el mundo moderno, todavía hay espacio para sueños extravagantes y descubrimientos inesperados.